FORMAS DE ACERCARNOS A LA HISTORIA DE MANERA DIDÁCTICA

FORMAS DE ACERCARNOS A LA HISTORIA DE MANERA DIDÁCTICA

Existen diversas formas de acercarnos a la historia, o mejor, de acercar a nuestros educandos a una ciencia tan importante para la humanidad como es la historia. Entre ellas destacamos:

•    El entorno vivencial como inicio de la historia
•    El lenguaje de la historia
•    La exploración y sus resultados.
•    Acercarse a través de conceptos específicos.
•    El tiempo histórico desde lo familiar.
•    El testimonio histórico.
•    Relación causa – efecto.
•    Relaciones cronológicas.
•    Relación texto – medios audiovisuales.


EL ENTORNO VIVENCIAL COMO HISTORIA

El entorno vivencial es el inicio de nuestra historia, y este no puede ser otro, que la familia, la casa, la finca, la ciudad, el pueblo, y con ello el barrio o la vereda; el municipio y el departamento, y finalmente el país, así como ese conocimiento internacional que tienen quienes viajan o que se adquiere a través de la televisión internacional, todo lo cual constituyen los pasos que nos fortalecen en el desarrollo del estudio del conocimiento histórico, y por ende social.

Pero dichos espacio se compaginan con las personas, ya que como seres sociales el conocimiento tiene relación directa con el entorno social. Estos son nuestros padres, hermanos, familiares, amigos por supuesto, docentes y el ciudadano con el cual a diario nos relacionamos.

De esta manera todo el conocimiento histórico, especialmente el reflexivo debe estar acompañado didáctica y pedagógicamente con el entorno físico-social. De esta manera, debemos ir de la simple a lo complejo, para el caso, comenzar por la historia del niño, su familia, su barrio o vereda, su escuela o colegio, etc. De esta manera nos acercamos de un pasado reciente, al presente y un futuro no tan lejano.

Una actividad que reúne una serie de acciones con base en el apoyo y diferenciación de varias ciencias sociales, tales como la sociología, la estadística, la geografía, entre otras, es realizar junto con los niños, e incluso, sus padres, una investigación acerca de la Historia del Barrio.

Una Historia de Barrio nos presenta las siguientes características:

Con lo primero que el niño se relaciona es con su familia. Su casa es el primer sitio de convivencia. De ahí sale a la cuadra del barrio a la vereda, encuentra amigos, juega y se divierte. Parte a su escuela y colegio en donde la gallada se agranda. En este sentido, esos primeros escenarios son sitios para hacer historia.

Podría ser la historia de la familia, sobre la cual no más es preguntarle al niño quiénes son sus padres, en qué actividades laboran y cómo viven. De ahí, pasar a preguntar en donde se vive, cómo es la casa y donde está situada. Por su puesto, cuál es el pasado de la familia, como los abuelos y bisabuelos, permiten ubicar al pequeño educando en esa relación pasado – presente que es un poco complicada en los inicios de la enseñanza de la historia, y de esta manera llegamos incluso a abordar la famosa Línea del Tiempo.

Pero cuando hablamos de la familia, debemos abordar temas más allá de la historia, como es la sociología, la geografía, la economía, y por supuestos, temas de convivencia y democracia. Todo esto, hace que desde la historia se integren las llamadas ciencias sociales, y se relacionen con temas de lenguaje y ciencias naturales por otro lado.

Al preguntarle al educando cómo vive su familia, cómo está construida su vivienda, cuáles son sus alimentos preferidos, cómo los preparan, cómo visten, cómo son sus fiestas familiares, con quiénes se relacionan, cómo es la organización familiar y el sentido de autoridad y la relación de convivencia familiar, etc. 

Luego, al pasar de la familia al barrio se hace alusión a un espacio más amplio y que por tanto permite un mayor estudio y reflexión en diversos temas de las ciencias sociales, partiendo como es el caso, desde la historia.

En este sentido es recomendable respetar los espacios y situaciones cuando se trata de introducir al niño educando en la historia y en general en las ciencias sociales, ya que un tropiezo implicaría aborrecer una disciplina académica que tiene relación directa con la formación de valores, la democracia y la convivencia pacífica entre ciudadanos de un país.

Lo lógico en el caso del tema del barrio y su historia, es partir de las preguntas que introduzcan en el análisis desde lo actual, es decir, lo que el niño está viviendo. Por ejemplo, ¿En qué barrio está ubicada tu vivienda? ¿Cómo es tu barrio?, ¿Tienen parques, cómo son? ¿Qué problemas tiene tu barrio? Describe a tus vecinos, investiga con tus padres y tus vecinos cómo ha cambiado el barrio desde la época de ellos a tu situación. Y así sucesivamente.

Al describir su vivienda y el entorno de esta, introducimos al educando en el tema de croquis, mapas, etc. Por ejemplo, al preguntarle al niño que ruta hace de su casa al colegio, le podemos decir más adelante, que Colón llevó a cabo toda una ruta para llegar de Europa a América, y que lo mismo sucede, cuando se realiza un viaje inter especial. Viajes que necesitan de planeación, organización, pero sobre todo, de un “mapa” para saber el rumbo a tomar.

Pero el barrio es más que zona de convivencia, también es escenario de intercambio mercantil, en el sentido que existen barrios en las ciudades colombianos donde por un día se sitúa lo que se denomina “mercados móviles”, es decir, vendedores de frutas, carnes, lácteos, hortalizas, etc., se ubican cerca de un parque para vender sus productos. Esto serviría para que el profesor(a) asista con sus educandos a dicho sitio y observen cómo es el comercio, cuáles son los precios de las frutas, qué se vende más, qué compran los habitantes del barrio, etc. De esta manera se estaría integrado el tema del barrio y su historia con la economía y las ciencias naturales. Como vemos, cualquier tema da para la integración de las ciencias sociales.

No está de más que una actividad como la de asistir al mercado o plaza de una ciudad o municipio, con el fin de departir sobre el comercio al por menor también sea utilizada para avanzar en temas de economía, en razón de introducir al educando en diferenciar precios, valorar calidad, relacionar precio entre oferta y demanda, visionar los productos del mercado por su origen o procedencia, e incluso, plantear el tema ecológico alrededor de que productos son naturales y sus diferencias con el consumo artificial, ya que no es lo mismo un jugo de naranjas al natural que uno de “naranya”.

Como vemos, el barrio es toda una integración que se debe aprovechar para relacionar las ciencias sociales, en especial la historia, con otras áreas del saber planteadas en el programa curricular tanto de primaria como de bachillerato. 
Pero una relación pasado – presente va más allá de la historia del barrio, ya que abarca diversos temas como podrían ser  las casas, tipos, los muebles, el vestido, los gustos, las personas, etc., a través de la evolución o desarrollo del mismo barrio.

Una relación pasado – presente sobre más allá de la historia, y su relación con el modo de vida. Nos involucra en un contexto social amplio, que también incluye al niño, y por supuesto, debe incluirlo, ya que podemos asociar los juegos infantiles de ayer con los de hoy, al igual que el vestir de ayer al de hoy.

En toda secuencia de cambio hay temas de donde trabajar. Por ejemplo, preguntarle a los niños por las diferencias que se encuentra entre el vestir de ayer y el de hoy, los juegos y actividades con las cuales se divertían los niños de ayer, y la forma como lo realizan los de hoy.

Igualmente, en el caso del vestido por ejemplo, cómo se elaboraban las prendas de ayer y con qué materiales, y las diferencias con lo de hoy.

Una relación pasado – presente también nos ubica en la línea del tiempo, algo que como  antes habíamos señalado, es de los temas difíciles de manejar a corta edad, pero que entre más rápido se aborde, el educando comprende más el tema histórico.

Integrando y asociando hacemos de la historia una ciencia recreativa a través de la innovación de actividades curriculares. 

LA HISTORIA DE MI COLEGIO

Igual sucede con  LA HISTORIA DE MI COLEGIO, en donde el niño investigará sobre sucesos, características, situaciones y fechas que tienen que ver con el centro de estudio. Es un trabajo que se recomienda realizar en grupo, con el propósito de implementar la participación y el compañerismo.
 
¿Cuándo se fundó el colegio? ¿Cómo se fundó? ¿Quién y por qué lo fundaron? ¿Cómo se construyó? ¿Cómo ha cambiado la construcción del colegio? Son estas algunas preguntas que tiene que ver con historia propiamente dicha, arquitectura, sociología, ciencia política, y otras ciencias sociales, que como vemos se relacionan mutuamente en torno al tema de la historia del colegio.

Es mucho lo que se puede sacar en el ámbito de la investigación histórica a un tema como el antes relacionado, pero sobre todo, colocar al joven educando en calidad investigador, actividad esta que seguramente si es bien dirigida, llevara al niño al amor por la historia.

La mencionada actividad se puede llevar a cabo por etapas, y en cada una de ellas se pueden efectuar mesas redondas que faciliten la participación y el intercambio de ideas, pero sobre todo, la experiencia de técnicas investigativas asumidas por los propios niños.

Si analizamos, los colegios en lo que respecta a su construcción cambian de estilos con el paso de los años, lo que significa que existen cambios arquitectónicos que facilitan todo una reflexión en cuanto a técnicas, materiales, formas de trabajo, objetivos de la fundación o construcción de colegios, personas de la población que han pasado por los centros educativos, modos, estilos de educación, etc. Es toda una temática que puede involucrar a los educandos en la historia en torno a un tema sensible y especial.

El tema de la historia del entorno se complementa en la medida de los grados, así por ejemplo, para la secundaría es recomendable llevar a cabo todo un proyecto en torno a la HISTORIA DE LA CIUDAD en donde se vive, o que sea la capital del departamento al que se pertenece.

En algunos colegios a la actividad en antes mencionada se les denomina TEMA EJE, que no es otra cosa que asumir un determinada temática, y alrededor de ella tejer toda un red de asignatura, las cuales deben compaginarse unas con otras, es decir, integrar. Incluso, existen centros educativos en donde el tema EJE es para todo el año. Este es el caso del Liceo Juan Ramón Jiménez de la ciudad de Bogotá, pero localizado en cercanías de Cota – Cundinamarca.

La acción EJE es como tejer entorno a una especie de telarañas de  preguntas, como también entorno a los materiales y oficios. Por ejemplo, ¿Qué materiales se emplearon en la construcción del colegio?  Pueden ser ladrillos, baldosas, baldosines, azulejos, bloques, cemento, etc., todos los cuales tienen una forma de producción muy diferentes, así como de quienes trabajaron para elaborarlos y luego emplearlos en la construcción del colegio. Como vemos, este es un tema que integra, e incluso, va más allá de la asignatura de historia, pero encaja en relacionar asignaturas diversas con base en la historia.  

Se dice que para enseñar la historia, primero hay que entenderla y quererla. Recordemos que somos parte de la historia en la medida que de una u otra forma transformamos la realidad.

Al conocer y querer la historia, debemos partir de la base que no estamos formado historiadores, sino niños y jóvenes de escuela y colegio que tiene la historia o las ciencias sociales como una asignatura más en el largo listado del componente curricular escolar, y no una área específica y especializada al estilo universitario.

Un tema EJE o las preguntas integradoras pueden ser utilizadas como metodología en cada uno de los temas de historia o ciencias sociales a lo largo de la educación primaria, básica y media, y de esta manera no pasar los temas por verlos como carga temática que nos imponen el programa académico. Cada tema constituye un espacio de mayor y más ameno aprendizaje.

“Es importante conocer la historia porque somos el resultado de nuestro pasado, de esas culturas antiguas (mesoamericanas), de esa tradición, de cómo el hombre se ha organizado en diferentes tiempos y períodos. Nuestro gobierno y nuestra división política son el resultado de acontecimientos. La tecnología que tenemos se debe a una secuencia muy importante de inventos y accidentes que ah habido a través de la historia” .

Pero si queremos que en calidad de docente el educando no sólo nos comprenda, sino que también llegue a amar la historia, tenemos que colocarnos de su lado, al acercarnos de la manera más sutil y sencilla posible, de tal manera que lo conduzcamos, sin que se dé cuenta, al devenir histórico. Y precisamente, es comenzar por el entorno inmediato, el vivencial del niño, e ir ascendiendo en medio de sus situaciones cotidianas y la combinación de sucesos que se registran a su paso.

En este sentido hay que procurar resaltar los aciertos de los educandos, al tiempo que se les estimula y motiva. A partir de lo cual, los niños y jóvenes van participando de manera individual y grupal en su qué hacer de la dinámica de desarrollar historia desde el aula de clases y los diferentes entornos que le son propicios, con lo cual el alumno pasa de ser un mero espectador de la historia a un protagonista motivado.

Papel importante en todo el proceso de la enseñanza de la historia o de las ciencias sociales juega el docente, quien además de dominar los contenidos del respectivo programa, debe asumir un papel de facilitador del proceso de enseñanza – aprendizaje del alumno, guiándolo en el análisis del pasado, diseñando actividades que propicien su participación activa para desarrollar nociones, habilidades y actitudes, y formulándole preguntas para reflexionar y utilizar correctamente la información.

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