LA HISTORIA EN MOVIMIENTO Hallados en Sudáfrica los primeros artefactos de la cultura humana moderna
PARA REFLEXIONAR
La historia siempre ha estado movimiento, y más, cuando cuenta con el apoyo de las investigaciones sociales apoyadas por los modernos métodos de la ciencia. El reciente hallazgo en Suráfrica sobre los más antiguos medios de trabajo utilizados por lo que podríamos lalamar los primeros seres humanos.
Resultados de investigaciones como la que presentamos, nos lleva a insistir en hacer de la historia en movimiento sobre nuestro entorno más cercano, como es el municipio y departamento en donde vivimos y llevamos a cabo nuestras más simples relaciones, ya que es mucho en lo que podemos investigar, toda vez que la historia local ha sido desbordada hasta por las informaciones de farandula.
Hallados en Sudáfrica los primeros artefactos de la cultura humana moderna
Los bosquimanos propagaron hace 44.000 años la tecnología del cazador
Cada vez más los grandes medios de comunicación, incluyendo los canales internacionales de la llamada televisión paga, desbordan nuestro tiempo sobre supuestos "grandes temas", pero facilmente perdemos la visión de nuestro entorno. He ahí el por qué debemos recatar la historia local, y seguramente, como lo encontrado en Suráfrica, nos llevaremos muchas sorpresas.
Una de las grandes paradojas de la paleontología es el llamado Gran
Salto, o aparición repentina en Europa, hace unos 40.000 años, de los
instrumentos avanzados propios de la creatividad humana moderna. Pero
los últimos datos revelan que ese Gran Salto ya había ocurrido en África
4.000 años antes. Un grupo de arqueólogos encabezados por Francesco
d’Erico, de la Universidad de Burdeos, acaba de descubrir estas
evidencias en la cueva de la Frontera (Border Cave), un
yacimiento de extraordinaria riqueza situado en el límite entre
Suazilandia y la provincia surafricana de Zululandia, en el sudeste del
continente. Los artefactos pertenecen a la cultura San, uno de los
grupos de bosquimanos que, según todas las evidencias, inventaron la
moderna cultura de los cazadores-recolectores que enseguida se propagó
por el mundo.
Las huellas arqueológicas de instrumentos sofisticados y de la
primera cultura simbólica de que se tiene noticia ya habían aparecido en
este y otros yacimientos sudafricanos —en particular la cueva Blombos,
en el puro extremo meridional del continente— en estratos datados hace
75.000 años. Sin embargo, esa cultura relativamente avanzada no debió
establecerse con firmeza, pues desapareció 15.000 años después sin dejar
rastro aparente.
Los artefactos de la cultura San hallados en la cueva de la Frontera,
por el contrario, abarcan un periodo extenso de tiempo y un abanico
mucho más amplio de tecnologías. Incluyen ornamentos corporales hechos
de conchas y cuentas, huesos con muescas, bastones de madera para
excavar, punzones de hueso y puntas de flecha del mismo material. Los
resultados se presentan este martes en PNAS.
Los San también fueron los primeros, si no en domesticar a las
abejas, al menos sí en utilizar la cera de las colmenas para sus
propósitos industriales, según proponen los autores. La cueva de la
Frontera contiene restos analizables de una pócima hecha con huevo, cera
de abeja y resina de euphorbia, un material francamente pegajoso que
los primitivos bosquimanos, posiblemente, utilizaban para adherir las
herramientas a su mango. El primer pegamento de la historia, datado en
40.000 años.
El artefacto más reciente, que data de hace 24.000 años, es un
aplicador de veneno que aún conserva restos tóxicos derivados de
semillas de ricino. Nuestros ancestros no se andaban con tonterías a la
hora de cazar.
Los resultados añaden fuerza a otras evidencias genómicas obtenidas
el año pasado, y a los análisis lingüísticos que se han ido acumulando
en los últimos años. También según estas líneas de investigación,
nuestros primeros ancestros eran bosquimanos del sur de África, como los
San, y se comunicaban en khoisán, el lenguaje-clic que
probablemente fue lengua ancestral de la humanidad, donde las
consonantes eran chasquidos como el que aún usamos para indicar
fastidio, y como el sonido de un beso.
Los San y otros bosquimanos del sur revelan una variedad genética
interna mucho mayor que cualquier otra población humana actual. Y la
explicación más simple es que toda la humanidad actual proviene de
aquellos primitivos habitantes del sur de África —no de Etiopía, como se
pensaba anteriormente—, y que los actuales hablantes de lenguajes clic son los herederos en línea directa de nuestros primeros padres.
Tomado de: elpais.es
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